Con el albero en perfectas condiciones, los espectadores
atentos y en su sitio y los toreros ocupando su correspondiente lugar, el bien
hechurado de Cuvillo salió embistiendo con buen tranco y exquisita nobleza.
¿Tienen suerte en este pueblo con los toros? igual es que
hay buenos aficionados que respetan al animal y saben lidiarlo.
Muy buenas palabras.... Se agradecen crack!!!!
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